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El síndrome del impostor es una sensación de inseguridad relacionada con los logros laborales. Se trata de un fenómeno psicológico por el cual, personas exitosas tienen y que se han esforzado, tienen la sensación de no ser merecedoras de sus logros y se sienten como un fraude o un impostor.
Algunos de los diálogos son:
“Me siento como un impostor porque no creo merecer los éxitos de mi trabajo”
“Yo le prefiero dar mis créditos a Dios, a mi jefe, o a la empresa, ya que soy poca cosa para hacer algo por mi.
¨Las cosas buenas que hago me duran poco, siempre termina por pasar algo y de la nada se terminan mis proyectos”
“Prefiero hacerme amigo de mis colaboradores por miedo a que si me toman como jefe descubran que soy un fraude”
“Necesito seguir estudiando antes de dar el paso para trabajar y ser bueno algo”
“Termino agotado, preocupado y sin tiempo libre y así compenso el éxito que tengo… mi diablito me deja sin ganas para vivir porque no se puede tener todo en la vida”
Aunque el síndrome del impostor no está tipificado como un trastorno psicológico clínico, muchas personas lo padecen. La expresión fue creada en primer lugar por Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978. Las dos autoras hicieron además una indagación mayor sobre el síndrome de la impostora, es decir, cómo afectaba el síndrome del impostor especialmente a las mujeres.
En este taller revisaremos como estos discursos internos, vienen de registros transgeneracionales y de hecho, tendrían una conexión con el fenómeno biológico del Síndrome del Yacente o del Gemelo invisible.
Le llamamos yacente a la representación de alguien muerto. Así en el Síndrome del Gemelo Perdido o del Yacente se encuentra que la persona o cliente en consulta nace para suplantar a un familiar fallecido:
“Siento que mi vida es una carga, necesito hacer más que los demás”
“Me cuesta trabajo encontrar el sentido de mi vida, no logro encontrar la alegría de vivir”
“Siento que debo brillar para compensar el dolor de mi madre pero me cuesta mucho tiempo hacerlo”
“Es como si por dentro no se me autorizara a vivir”
“Me cuesta trabajo dormir, es como si no tuviera derecho a descansar”
“Algo y alguien me falta en la vida y no logro encontrarlo”
El Síndrome de Gemelo Perdido fue descrito por primera vez en 1945 por W. Stoeckel, y fue confirmado 40 años después por el desarrollo del ultrasonido.
Se relación directa con el Yacente implica que en ocasiones se dan pérdidas por abortos o muertes de recién nacidos, las cuales también producen el sindrome en los que nacen después. Así se reemplazan o sumplen energías de vida.
Muchas veces se desconoce que existían dos o más embriones, aunque solo haya nacido uno. Otras veces los padres nombran de la misma forma al hijo que nace después de un bebé que no nació o que murió al nacer.
Desde el enfoque sistémico transgeneracional esta experiencia es generadora de proyecto sentido y una variada respuesta emocional y en el comportamiento que se expresa en una profunda crisis existencial. Este mecanismo de la naturaleza se estudia en las Constelaciones Familiares, en la Terapia Sistémica, en la Terapia de Duelo y en la Medicina Gineco-obstétrica, con excelentes resultados.
Existen sintomatologías comúnes y diferentes entre los dos Sindromes y uno de ellos está por encima del otro. De esto tratará el taller: ¿Cómo operan los sindromes? ¿Qué hacer? Y ¿Cómo cerrar el ciclo?, te esperamos para profundizar en el tema.